Querido amigo Pedro:
Con mucha
pena recibo tu anuncio de suspender la redacción y el envío de esos
maravillosos correos que iluminaban nuestras mañanas. Comprendo que
estés cansado, sé muy bien cuánto esfuerzo y tiempo te llevaban y cuan
ingrata es nuestra tierra. Yo espero que tu ejemplo cunda y, al igual
que Felipe, algún príncipe tome el relevo.
Gracias por todo. Cuenta siempre con mi amistad y admiración.
Antonio Nieto Rodríguez
antonionieto46@gmail.com