El dardo de la palabra
sobre la Infanta Cristina
se reparte por la prensa
y la calle con inquina.
No sabemos si es ladrona
y anteponemos presunta,
pero en lo que comentamos
va la mala leche asunta.
País éste que condena
al imputado, sin fallo
de una justicia serena.
A ver --que yo no me callo--
en qué acaba el monotema
de tanto pipirigallo.
Apuleyo Soto
a.sotopa@hotmail.com