Uno
de los activos de los que puede presumir hoy día la ciudad de Badajoz es
el de contar con un número elevado de jóvenes empresarios en todos
los sectores de la economía, dotados de una gran formación, viajeros
impenitentes, buscando lo último de lo último allá donde se encuentre,
expertos en siete idiomas y en nuevas tecnologías, emprendedores donde los
haya e inasequibles al desaliento, que, cuando les hablas de la crisis,
te contestan: "¿Crisis, qué crisis?".
Y
el último ejemplo que he conocido se llama Alejandro Casteleiro, Alex
para los amigos, gerente de Tecartex Digital Solutions, empresa que
viene dedicándose en los últimos diez años a la industria de la
iluminación mediante LEDs de alto brillo. Un joven empresario que reside
en Badajoz, aunque se pasea por EE. UU. --patria del invento-- y resto del mundo, que, con ayuda de otros
colegas en Europa, está introduciendo el sistema LED, tecnología
innovadora de iluminación nocturna de espacios urbanos y grandes
edificios, como las vías urbanas, las estaciones de servicio, los
polideportivos, las naves industriales, los parques y jardines, los
accesos peatonales, los supermercados, los puentes y las fuentes, los
aparcamientos subterráneos, y qué sé yo. Un novísimo sistema que, con el
tiempo, va a dejar obsoletas las iluminaciones convencionales, entre
ellas, las incandescentes de toda la vida, los paneles fluorescentes y
los halógenos. Y, para muestra, baste un botón: Tecartex fue la
responsable de la iluminación LED del Centro Comercial Abierto Casco
antiguo de Badajoz.
Y
viene este preámbulo porque la pasada semana asistí, invitado
amablemente por Led, digo..., Alex Casteleiro, a una Jornada sobre HB LEDs: Iluminación urbana e industrial,
celebrada en el Parque Científico y Tecnológico de Extremadura, en la
calle Príncipe de Asturias, en la zona de Huerta Rosales, con asistencia
de una veintena larga de asistentes, que debatieron a conciencia los
elementos clave de la tecnología HB para iluminación y las posibilidades
de la iluminación urbana e industrial con esta tecnología. Con la
presencia en la mesa de ponentes de tres autoridades en la materia:
Alessandro Targetti, gerente de Ruud Lighting Europe, Italia, Luis
París, gerente de Natrus, España, y nuestro Led, digo..., Alex, por
Tecartex, que ejerció de coordinador del encuentro.
Y
escuchando a los tres lumbreras --nunca mejor dicho--, pero, sobre
todo, viendo en la gran pantalla las espectaculares fotografías de los
espacios nocturnos iluminados con este nuevo sistema, pude hacer una
síntesis, dentro de mis cortas luces, de sus grandes ventajas. Como
diría un tecartexiano sabihondo:
iluminación de vanguardia, superioridad tecnológica, calidad estética,
rendimientos superiores a los sistemas convencionales, gran visibilidad,
respetuosa con el medio ambiente, consumo energético reducido, ahorro en los costes de mantenimiento, variedad
de luminarias y precios razonables. Aunque, todo hay que decirlo, con
las naturales reticencias a los cambios que suponen dejar lo
antiguo por lo nuevo, lo tradicional por lo vanguardista.
JAMÓN Y VINO
Y
tras el animado coloquio final, con intercambio de tarjetas,
direcciones y demás, que van los notas e invitan a la
concurrencia a una copichuela en la cafetería. Con jamón y vino, que no
sólo de luminarias vive el hombre. Si el jamón era bueno, el vino fue
excelente. De una bodega poco conocida por estos pagos, Pago de las
Encomiendas, mira por dónde, de Villafranca de los Barros. Que nos
ofreció tres vinos de mucha personalidad y buen gusto: un Nadir rosado,
uvas tempranillo (85 %) y petit verde (15 %), que entraba divinamente,
un Nadir tinto
crianza, uvas tempranillo (65 %) y syrah (35 %), con cuatro meses de
crianza en barricas de roble francés "Allier", superior, y el
remate de los tomates, un Xentia, uvas tempranillo (85%) y petit verdot
(15 %), con catorce meses en barricas de roble francés, que estaba para
salir a la calle a tirar cohetes. Y todos, con la etiqueta de vinodelatierradeextremadura,
de las acreditadas bodegas Pago de las Encomiendas, de Villafranca de
los Barros, al
cuidado de Diego Reyes Carrillo García, personificación de varias
generaciones de la familia dedicadas al cultivo de viñedos y crianza de
buenos vinos en Tierra de Barros. Al que tuve ocasión de saludar
en la degustación y a quien felicité por la calidad de sus caldos. Lo
mismo que a su jovencísimo director comercial, Alberto Becerra
Bornadiego, con el que hice buenas migas después de darme in situ
una lección de cata de sus vinos. Y sobre sus viñedos y bodega, tampoco
se quedó corto el buen mozo: viñedos propios, con edad media de 25
años, vendimia nocturna, uvas seleccionadas, elaboración totalmente
controlada, crianza en maderas nuevas de roble francés, los significados
de Nadir --en árabe, "el comienzo de la vida"-- y de Xentia --de Sentia
Amarantis, la primera tabernera romana de la que se tienen noticias en
Emerita Augusta--... Una enciclopedia andante, el caballero. Para,
finalmente, regalarme una carpeta informativa y emplazarme para otra
ocasión, ahí va mi tarjeta y mi correo electrónico, visítanos cuando
quieras, si pasas por Villafranca, llámame, etc., etc. Diego, Alberto,
sois los mejores.
Y apago la luz: Alex, míster LED, ha sido un placer.