Quién no conoce en Badajoz a Luis
Salinero, el último de los practicantes de Badajoz que se desplaza en
moto. Hoy, reconvertidos en enfermeros o ateeses. Con 80 años bien
cumplidos, a quien puede vérsele al atardecer, paseando por algunas de
las espaciosas aceras de la ciudad, cercanas a su casa, en la avenida de
Juan Pereda Pila. Uno de los practicantes a la antigua usanza que ha
pinchado al todo Badajoz.
Aunque
serio y adusto, de pocas palabras, Luis Salinero te ponía las
inyecciones sin que te enteraras. Uno que alternó su oficio con el de
maestro de escuela, en unas de las aulas anexas que tenía el colegio San
Pedro Alcántara en la plaza Alta, junto al Arco del Peso del
Colodrazgo, muy cerquita de las antiguas Casas Consistoriales. Donde
coincidió con Pili, la patronal, quienes, al verse, se saludan muy
efusivamente, recordando los tiempos pasados.
Pues
hoy lo hemos visto dando su paseo cotidiano, estirado y bien plantao,
ayudándose con un bastón. Y que a sus 80 años --y siete meses, nos
recuerda el nota-- todavía sigue pinchando a quien le llama. A donde se
traslada con su inseparable moto, a ver, no
--Cuatro
o cinco avisos, nada más --se justifica el colega.
Luis
Salinero García, practicante de los de Badajoz, qué 80 tacos bien
cumplidos. Y sobre dos ruedas, que tiene mandanga.