
¡Llegó
julio y, con él, los primeros fuegos del año! Como el pasado año, y el
otro y el otro... ¡Y es que ya no son noticia! ¡España, país de
pirómanos! A una semana del terrible incendio que asolara algunas
localidades cercanas a Guadalajara el pasado año, con once muertos y
doce mil hectáreas de bosque mediterráneo calcinadas, convertidas en
humo y pavesas, ayer, en la localidad cacereña de Cañaveral se declaró
un incendio, que está siendo sofocado por decenas de trabajadores y
expertos en la lucha contra incendios. Hasta el momento, mil quinientas
hectáreas de arboleda quemada --donde anidan buitres negros y águilas
reales-- pastos, dehesa y matorral. Aunque está "bajo control", todavía
queda algún foco por reducir. Todos ellos tienen origen, en su gran
mayoría, en la mala fe y en la imprudencia y/o negligencia humanas,
gente descerebrada que, por activa, pasiva o perifrástica, está
destruyendo nuestros bosques, con su fauna, flora y medio ambiente
característicos, con peligro de vidas, haciendas y patrimonio
paisajístico. Irreparable... ¡hasta que pasen, al menos, cien años!
¡Que es el tiempo en que el bosque y la dehesa tardan en regenerarse!
¿Hasta cuando la concienciación ciudadana? ¿Hasta cuándo los trabajos
preventivos de las distintas Administraciones, los que debían haberse
hecho en invierno --desbroce del matorral, cortafuegos, personal y
material adecuados...-- dormirán el sueño de los justos en algún cajón
de los burrócratas de turno? ¿Para cuándo actuaciones ejemplares de la
Justicia contra estos pirómanos cabrones y operarios imprudentes?
¿Cuándo dejarán estos fuegos de ser noticia en España al llegar el mes
de julio? ¡Qué sociedad más atrasada y poco inteligente la nuestra,
que, año tras año, va y se rompe la crisma contra la misma piedra!
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Foto de Lorenzo
Cordero, tomada de http://publicacion.hoy.es/interactivo/imagenes_galerias/canaveral/imagen_del_dia4.htm