Pues sí, un terremoto, un seísmo en toda regla, pero en el plano
artístico, se produjo en Badajoz, con epicentro en el Museo de Bellas
Artes, en la manzana que ocupa entre la calle de San Germán y la de
Meléndez Valdés, el pasado viernes, por la noche. Terremoto que
sacudiría los cimientos del venerable Museo, creado en 1920 en los
antiguos salones de la Diputación Provincial, en la calle Larga, pero
que desde 1979 está abierto en Meléndez Valdés, la otra entrada de la
actual Pinacoteca pacense. Y es que el señorito del Museo, Román
Hernández, uno de Torre de Miguel Sesmero con aspecto de gentleman,
serio y circunspecto, que no se ríe nunca, pero que las mata callando,
que ha decidido abrir todas las puertas de la Casa para que entre aire
fresco. Que ya está bien de homenajes a grandes pintores de otras
épocas, ya muertos, o hacerle la ola a los famosos y consagrados. Que
los estilos regionalistas y costumbristas han de dejar paso a los
contemporáneos, a la postmodernidad. Que también hay que abrir las
puertas a los potrillos que piden paso, a la sangre joven, a la savia
nueva, a los nuevos creadores.
Que,
consultado el espejito mágico no ha mucho, el baranda del Museo le
hacía algunas preguntas de profundo calado: ¿Un Museo sólo de muertos o
de gente famosa y consolidada? ¿Y por qué no con nuevos creadores? ¿Qué
es lo que están haciendo? ¿Cuáles son sus trayectorias, sus novedosos
estilos, sus técnicas peculiares? ¿Seguimos las andadas del
Museo-mausoleo o cambiamos de chip? Pues estas y otras preguntas de
parecido tenor se hizo nuestro Román y enjaretó de inmediato un nuevo
proyecto, pionero, experimental, atendiendo a la calidad de los nuevos
creadores, a fin de rejuvenecer el Museo y hacerle un Centro cultural
digno de tal nombre. Y de ahí nacería la exposición Encuentro 2006. 10 contemporáneos. Porque esa es otra. Que no se ha traído uno, ni dos, ni tres ni cuatro autores
nuevos, no, ¡qué va!, que se ha traído nada menos que... ¡a diez!
--Ya puestos, vamos a hacerlo por todo lo alto --sería la respuesta clásica del gerifalte de San Germán al espejito de marras.
De
ahí la conmoción por el cambio, por la apertura al futuro, al mundo de
los jóvenes creadores extremeños. Y los afortunados en esta primera
edición fueron Augusto Andrade (Fotografía estratificada, técnica
mixta), Pedro Gato (Fotografía), Juan Gila (Escultura), María José
Gutiérrez (Escultura en luminosos de neón), José Luis Hinchado
(Escultura en hierro y mármol), Antonio Langoyo (Riografías), Ángel
Luis Pérez Espacio (Pintura al óleo), Juan Pérez García (Fotografía y
serigrafía impresa), Jesús Pizarro (Pintura, técnica mixta sobre papel
y tela) y Carmen Rodríguez Palop (Pintura, técnica mixta). Gente joven,
natural de la Región o que trabaja y crea en ella que, a pesar de su
juventud, tienen una gran experiencia a sus espaldas. No hay más que
leer sus currículos en el sencillo Catálogo editado para la ocasión (Encuentro 2006. 10 Contemporáneos,
Badajoz, Museo de Bellas Artes de Badajoz y Diputación Provincial de
Badajoz, Tecnigraf, 2006). Autores con distintos orígenes, temática y
trayectorias, que no pertenecen a ninguna escuela, movimiento o
estética común y que, en palabras del director del Museo, "lo que les
une es el hecho de encontrarse en plena actividad creativa, su afición
al Arte, su incontenible deseo de mostrar su obra, sin limitaciones de
técnicas, temas, formatos, modos de expresión, etc.".
El acto de
presentación, en una noche magnífica por su templanza climática y con
un lleno histórico, tuvo lugar en el Jardín del Museo, donde
intervendrían Jesús Pizarro, en representación de todos sus compañeros,
Francisco Pérez Urbán, director general de Patrimonio, Inmaculada
Bonilla, diputada de Cultura y el propio director del Museo, Román
Hernández. Pizarro pidió más atención y ayuda de las Instituciones a
los jóvenes creadores, que hay pocos sitios dignos donde exponer,
recogiendo el guante Pérez Urbán, que estudiaría a fondo su propuesta,
aunque ya advirtió de los numerosos compromisos de la Junta en el
ámbito del Arte y de la Cultura en general. No vimos, ausentes por
otras obligaciones, según me contaron, al consejero de Cultura y al
presidente de la Diputación de Badajoz. Y el lleno que se registró hay
que considerarlo histórico: nada más y nada menos que 424 personas nos
dimos cita en el Museo y su patio-jardincillo. La "guardia pretoriana"
del Edificio, con un contador manual a la entrada, fue el notario que
dio un registro como nunca había tenido antes el Museo.
Después
de los discursos, la obligada visita a las distintas salas --otorgadas
por sorteo a cada uno de los artistas-- con los autores de guías
privilegiados. Y entre los presentes, además de los familiares, amigos
y allegados de los autores, una legión de personalidades del mundillo
de la cultura local y regional, jubilatas de oro, etc. Entre los que
pudimos saludar y hacer migas con Paco Tejada, María Dolores Gómez
Tejedor, Alberto González, José María Soriano, Javier Bodas, Aurora
Chacón, Antonio Uríbarri, Pérez Urbán y un trío que siempre puede
vérsele juntos en todos los actos que se precien en nuestra ciudad, el
formado por los maestros Paco Cabanillas y Moisés Fernández, además del
director del Museo Diocesano, Eladio Méndez Venegas. Eso sin contar con
la plaga de lambuzos, chupópteros, muertosdehambre, pícaros y caraduras
que, al hilo de este tipo de actos, acuden como moscas al panal de rica
miel del convite, para hartarse con los aperitivos y las tapas que se
ofrecen al final a la concurrencia. Sin importarles lo más mínimo de lo
que trate el acto en cuestión, claro. Personajillos sobre cuyas
andanzas "turístico-culturales" prometo ocuparme en un próximo panfleto.
EL CONVITE
Y
hablando del convite, estupendo, como nos tiene acostumbrado el Real
Intendente de Museos, Bibliotecas y Palacios de Congresos de Badajoz y
alrededores, el baranda de Catering 31, excelentísimo señor don Gonzalo
Guijarro Merelles, que puso de lo mejor en jamón, embutidos y quesos
extremeños, además de otras delicias de sartén, que gustaron tanto que
los platos quedaron limpios, sin necesidad de que pasaran por el
lavavajillas. Claro es que, con 424 personas en el patio, los
achuchones fueron la tónica y los platos duraron menos que un paquete
de caramelos a la puerta del colegio. El vino, un tinto Marqués de
Montevirgen, variedad tempranillo, reserva 2002, riberadelguadiana,
de las afamadas bodegas Soc. Cooperativa Montevirgen, de Villalba de
los Barros --A. R., naturalmente--, estaba en su punto y el Intendente
y personal de su séquito, al borde de un ataque de nervios, siempre
atentos a cualquier contingencia.
Y ahora lo que procede es visitar
despaciosamente el Encuentro, hacerse con el Catálogo y meterse de
lleno en las obras de 10 jóvenes creadores extremeños. ¡Ah!, y podéis
llevar la cámara, que ya dejan hacer fotos, eso sí, sin flash.
Para
terminar, deciros que la muestra estará abierta todo el mes de mayo en
horarios de costumbre: mañanas, de 10 a 14 horas (de martes a domingo,
ambos inclusive) y de 16 a 18 (de martes a viernes, también
inclusives). Para las visitas guiadas a grupos (entre 10 y 30
personas), hay que concertar cita previa a los teléfonos 924.212469 y
924.248034, y fax, 924.254063. De nada. A mandar.